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El anuncio del Gobierno Central sobre la intención de imponer un nuevo impuesto a la compra de vivienda por parte de extranjeros extracomunitarios no residentes es, en palabras de Javier Nieto, CEO de Pure Living Properties, una medida «escasamente relevante, que no resolverá el problema del acceso a la vivienda y que, además, podría afectar negativamente a la imagen de España como destino residencial».

Según estudios recientes, en 2024 los extranjeros extracomunitarios adquirieron aproximadamente unas 27.000 propiedades en España. La gran mayoría de estas inversiones se concentraron en las costas de Málaga y Alicante, áreas altamente demandadas por su calidad de vida y oferta de viviendas de lujo. «Estas adquisiciones, por lo general, corresponden a propiedades con precios muy superiores a la media, lo que deja claro que no compiten con las viviendas destinadas a la población local que está experimentando dificultades para acceder a un hogar», explica Nieto.

«Este sector entiende que si las familias trabajadoras no tienen acceso a una vivienda digna, todo el tejido social y económico se ve afectado. Nuestro mercado necesita personal que pueda vivir y desarrollarse cerca de los centros urbanos y turísticos. Resolver este problema es vital, y las soluciones deben pasar por medidas estructurales, no por gravar inversiones extranjeras que no son la causa del problema», añade Nieto.

«España es conocida por ser un destino acogedor y seguro para quienes buscan residencias de calidad. Implantar impuestos que parecen estar dirigidos a disuadir a compradores extranjeros daña nuestra reputación y genera incertidumbre en un sector que, históricamente, ha contribuido significativamente a la economía del país», argumenta.

Nieto subraya que, en lugar de apuntar a los inversores extranjeros, sería más efectivo implementar políticas que fomenten el desarrollo de viviendas asequibles y garanticen el acceso al alquiler. «Desde el sector de la vivienda de alta calidad estamos abiertos a aportar nuestra experiencia y ayudar a encontrar soluciones reales, porque un mercado inmobiliario saludable es beneficioso para todos, desde las familias locales, hasta los grandes inversores o los extranjeros que deciden invertir en una segunda residencia, contribuyendo al crecimiento económico de la Costa del Sol”.

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