Cinco mujeres cruzan a bordo de una tabla de paddle surf los 10 kilómetros que separan el Puerto Deportivo de Estepona del Puerto Deportivo de La Duquesa (Manilva) en una hora menos de lo previsto
La iniciativa ha supuesto una colaboración económica de los patrocinadores para las ONGs AECC y ZONTA
Dejarse llevar por la brisa suave que sopla. Aprovechar las fuerzas de las olas para hacer piruetas o, a veces, también remar contra la marea poniendo todo el esfuerzo posible para llegar a buen puerto. Así es la vida, como surfear, y eso lo saben bien las protagonistas del reto SURFEANDO LA VIDA, Yolanda Preciados, Marian Santiago, Patricia Alonso, Carmen Díaz y Susana Laguarda, quienes en algún momento de su vida han tenido que enfrentarse al duro trance de superar un cáncer.
Poco después de las diez de la mañana del sábado 24 de junio, la energía que estas mujeres desprendían en el Puerto Deportivo de Estepona se podía notar en el ambiente. Todo estaba preparado para el inicio del reto SURFEANDO LA VIDA, organizado por la empresa concesionaria de los puertos deportivos de salida y llegada, Marinas del Mediterráneo y la filial especializada en venta y alquiler de embarcaciones, Navigaport y patrocinado por la mítica marca en surf y olas, Mistral, que posteriormente inauguraría su nuevo establecimiento en el Puerto de La Duquesa, además de la venta online.
Más de 10 kilómetros, o lo que es lo mismo, 6,5 millas náuticas, las separaban del Puerto Deportivo de La Duquesa, en Manilva, hacia donde dirigieron el rumbo tras una suelta de palomas blancas de la firma Paloma Blanca. La concejal de Playas del Ayuntamiento de Estepona, Susana Aragón y el edil de Deportes, Adrián Trujillo, junto al presidente de Marinas del Mediterráneo, José Carlos Martín, acompañaron a las chicas en la salida, además de mucho público curioso que no quiso perderse el entrañable momento así como el comisario del Cuerpo Nacional de Policía en Estepona, Fernando Calleja.
Acompañadas por una embarcación de la organización, por Protección Civil de Estepona y por una patrulla del Servicio Marítimo de la Guardia Civil, las cinco aventureras iniciaron la maniobra de salida del puerto para dirigirse hacia Manilva. El recorrido fue paralelo a la costa, a unos 200 metros de separación.
Ni la bruma, ni el viento, que en algún momento hizo acto de presencia, ni alguna que otra ola que también apareció, pudo variar el rumbo que estas incansables mujeres habían emprendido. “Porque a veces la fuerza no sale de los brazos, ni del cuerpo, sino de la mente, de ese ‘músculo gris’ que es el más poderoso que tenemos”, explicaba Susana Laguarda, Guardia Civil de profesión, escolta de la Casa Real y una mujer de una catadura moral y una actitud vital que asombra y contagia a la vez.
La cara de satisfacción de la siempre discreta Carmen Díaz, farmacéutica de Fuengirola, lo decía todo. El reto estaba superado e incluso habían llegado al Puerto de La Duquesa más de una hora antes de lo previsto. “A veces, cuando tienes que enfrentarte a cosas verdaderamente importantes de la vida, sueles cambiar tus prioridades y tu punto de vista sobre las cosas cotidianas. Hay que sacar lo positivo de una enfermedad como el cáncer, y para mí lo positivo ha sido saber valorar a las personas que han estado conmigo en los peores momentos y disfrutar cada minuto de la vida”, señalaba Carmen.
Marian Santiago, también Guardia Civil de profesión aunque ella a bordo de una moto de tráfico, mostró su orgullo de otra manera cuando llegó a puerto. “Hay muchas asociaciones que están haciendo mucho por las personas que están pasando una dura enfermedad o un cáncer. Siempre que podamos, y en la medida de nuestras posibilidades, hay que ayudar a estas organizaciones y darles visibilidad”, señalaba.
La siempre dicharachera empresaria marbellí, Yolanda Preciados, fue todo energía al llegar a puerto. Su gran expresividad dejaba clara la satisfacción que tenía por haber superado el reto SURFEANDO LA VIDA. “Bien acompañada y con una actitud positiva, se puede conseguir todo lo que uno se proponga. Nosotros queremos demostrar que hay mucha vida después de una enfermedad, que todo puede superarse con ánimo y un poco de suerte”.
Patricia Alonso, bióloga de profesión, no podía desencajar su sonrisa de la cara al ver cumplido el reto. Quemada por el sol y algo cansada, quiso agradecer a los organizadores haberles dado la oportunidad de protagonizar un nuevo reto, después de que el año pasado participaran en el Reto Pelayo Vida. “Estas cosas nos dan energía porque notamos el cariño con el que la gente nos recibe. Esto es alimento para el alma”, aseguraba Patricia.
El alcalde de Manilva, Mario Jiménez, entre otros ediles y autoridades, esperaba a las heroínas de SURFEANDO LA VIDA en el Puerto de La Duquesa, enclave gestionado por Marinas del Mediterráneo que esta temporada ha vuelto a obtener el galardón de la Unión Europea de la Bandera Azul por la calidad de sus instalaciones y servicios.
Aprovechando el ambiente festivo en La Duquesa, se realizó la izada oficial de este galardón. En este acto estuvieron presentes además del alcalde y del presidente de Marinas del Mediterráneo, José Carlos Martín, el director general de Marinas del Mediterráneo, Manuel Raigón, el director de zona de la Agencia Pública de Puertos de Andalucía EPPA, Diego Hens y el concejal manilveño Marcos Ruiz.
Además de la organización a manos de Marinas del Mediterráneo y Navigaport y el patrocinio de la marca deportiva Mistral, la realización de este evento ha contado con la colaboración de la Fundación Otoclinic, C. de Salamanca y Reserva del Higuerón Resort.
La organización ha querido que este acto tenga también un carácter solidario para lo que han efectuado una aportación económica a la Asociación Española Contra el Cáncer, que tuvo representación en el evento y a ZONTA Málaga, representada por su presidenta, Amelia Marín y la socia Mercedes Boto.